Punto de partida: la transparencia en el proceso de investigación

Uno de los principios que guía el quehacer científico es el escepticismo organizado (Merton 1973). Ningún hallazgo se acepta porqué sí, sino que los científicos deben demostrarle a otros miembros de la comunidad científica que sus hallazgos son válidos. En orden de lograr esto es que se han desarrollado varios tipos de herramientas como los indicadores de impacto, la revisión por pares o las convenciones para el reporte de análisis estadístico. Sin embargo, casos cómo los de Diderik Stapel han dejado al descubierto que este tipo de herramientas pueden no ser suficientes para asegurar la credibilidad de los hallazgos científicos.

Diderik Stapel fue un investigador en el campo de la psicología social. Su carrera se caracterizó por una trayectoria ejemplar, entre 1995 y 2015 publicó aproximadamente 150 artículos en revistas científicas, algunas de las más prestigiosas (e.g. Science). También, fue galardonado con el premio a la trayectoria académica por la Sociedad de Psicología Social Experimental (SSEP, por sus siglas en inglés). Stapel llegó a ser una figura reconocida en su área, sin embargo, todo cambió el año 2011 cuando se confirmó que gran parte de sus artículos contenían datos inventados. La investigación final de su caso determinó que más de 50 de sus artículos eran fraudulentos (Carey 2011). De hecho, Stapel figura dentro de los diez investigadores con más artículos retractados (58) en Retraction Watch, una plataforma que se dedica a sistematizar y mantener una lista actualizada sobre retracciones de artículos.

A efectos de este escrito, lo más destacable es que Stapel cometió mala conducta académica durante más de 15 años. ¿Cómo fue esto posible? ¿cómo ninguno de sus colegas, alumnos o coautores se dio cuenta de sus malas prácticas? La respuesta tiene que ver con el concepto central de este capítulo: por la falta de transparencia durante el proceso de investigación. Stapel se caracterizaba por hacer el trabajo solo y “a puertas cerradas”, es decir, nadie más que él tenía acceso a los datos brutos, ni tampoco a la ejecución de las pruebas estadísticas. Generalmente, sólo compartía con sus colegas los datos procesados y con los análisis ya efectuados. A raíz de esta forma de trabajo es que se abría la oportunidad para que Stapel inventara datos a su conveniencia. Como nadie más colaboraba con el procesamiento de datos, ni tampoco parecía extraño que así fuera, Stapel pudo sostener una trayectoria académica destacable en base a la falta de transparencia.

El ejemplo de Stapel es solo una forma de poder entrar en tema respecto a la importancia de la transparencia en el proceso de investigación. Siguiendo esta línea, este capítulo busca presentar una primera aproximación, tanto teórica cómo práctica, sobre la transparencia en la investigación social. El objetivo es que investigadoras e investigadores de las ciencias sociales empíricas se introduzcan en la temática de la transparencia, así cómo también que conozcan las principales herramientas que se están utilizando para adoptarla.

References

Carey, Benedict. 2011. «Fraud Case Seen as a Red Flag for Psychology Research». The New York Times, noviembre.
Merton, Robert K. 1973. The Sociology of Science: Theorerical and Empirical Investigations. Chicago and London: The University of Chicago Press.