5 Resultados
5.1 Bajo conocimiento, pocas prácticas.
Ambos estudios apuntan a un niveles medios o bajos de conocimiento de conceptos relacionados a la ciencia abierta, y niveles aún más bajos de prácticas. El concepto es asociado, principalmente, a la apertura de resultados. Ahora bien, el estudio cualitativo apunta a que ésta no se entiende únicamente como publicación en revistas de acceso abierto, sino también a otras formas de vincularse con la comunidad y de generar impacto — entendido más allá de las métricas de las revistas académicas.
Esto, además, se encuentra relacionado a una serie de prácticas que apuntan a la apertura y la transparencia de los resultados de investigación. Así, en el estudio cualitativo fue posible observar recuentos de experiencias en publicaciones de acceso abierto, uso de la “Ruta Dorada” y compartir artículos o pre-prints mediante redes sociales o privadas.
Ahora bien, los niveles de conocimiento y prácticas bajan sustancialmente en lo relativo a conceptos y medidas relacionadas al diseño transparente, la apertura de datos y la transparencia de análisis. En general, el estudio cuantitativo parece distinguir que hay grupos de investigadores que muestran mayores niveles de conocimiento y prácticas, particularmente los investigadores más jóvenes y aquellos cuyo enfoque predominante es cuantitativo.
El bajo nivel de conocimiento es reconocido como una de las principales barreras para llevar a cabo prácticas e implementar medidas concordantes a los principios de la ciencia. Sin embargo, prácticas relacionadas a la transparencia del diseño (como los prerregistros de hipótesis), a la apertura de datos (hacer datos públicos o compartirlos con otros investigadores), o a la transparencia del análisis (como compartir códigos de análisis), encuentran muchas más barreras y reticencia por parte de los investigadores.
5.2 Valoración positiva general, resquemores particulares
Como concepto general, la ciencia abierta es vista con buenos ojos. Se destaca que sus principios permitirían difundir mejor los resultados entre la comunidad científica, evitando malas prácticas como el p-harking. Además, aumentaría la posibilidad de generar impacto más allá de las métricas académicas, facilitando la lectura de los resultados por parte de las comunidades y los tomadores de decisiones. Esto se conjuga con una conciencia de que el financiamiento público de las investigaciones impone cierta responsabilidad de que los resultados y datos estén abiertos a la comunidad académica y general. Por ello, no resulta sorpresivo que el 90% de los encuestados estén a favor de que ANID implemente políticas de acceso abierto.
Sin embargo, una vez que se indagan en prácticas particulares, empiezan a surgir resquemores respecto a la posibilidad y la conveniencia de implementar medidas de ciencia abierta relacionadas a la transparencia del diseño, la apertura de datos y la transparencia en el análisis. Se identificaron tres nudos fundamentales:
En primer lugar, la dificultad de aplicar muchas de estas medidas en la investigación cualitativa. Salvo por la apertura de resultados, la evaluación positiva de prácticas relacionadas a la ciencia abierta es mayor entre investigadores con enfoque cuantitativo, y menor entre quienes practican enfoques predominantemente cualitativos. Esto va en línea con los observado en el primer estudio, donde se observó como el prerregistro de hipótesis y la apertura de datos generan importantes choques a nivel epistemológico, metodológico y ético con los principios tradicionales de la investigación cualitativa. Del mismo modo, la crisis de reproducibilidad aparece como una preocupación mucho mayor entre los investigadores cuantitativos, en línea con lo observado en el primer estudio, donde se aprecia que la reproducibilidad apenas aparece en el horizonte de los investigadores cualitativos.
En segundo lugar, la dificultad de conciliar los principios de la ciencia abierta con los imperativos de productividad académica impuestos por universidades y agencias públicas. Incluso la apertura de resultados, el principio con mayor legitimidad, debe enfrentar la dificultad de que la estructura de financiamiento y las políticas de difusión de ANID favorecen la publicación en revistas con barreras de pago. Por otro lado, medidas como el prerregistro y la apertura de datos levantan suspicacias sobre la protección de la propiedad intelectual de los investigadores, y que limitan la originalidad y el impacto de futuras publicaciones.
Por último, se observaron reticencias hacia las motivaciones detrás de la implementación de estas medidas. Para algunos investigadores, estas prácticas estarían lejos de escapar de las criticadas lógicas de difusión y financiamiento. Por ejemplo, se argumenta que compartir resultados y datos reporta beneficios personales, mediante el aumento citas, en consonancia a las exigencias de productividad académica.
En esa línea, el estudio cuantitativo apunta a que efectivamente construir redes y mejorar la visibilidad están entre las principales motivaciones para la apertura de datos, especialmente entre investigadores mujeres y de trayectorias académicas intermedias. Más allá de cualquier juicio moral sobre las motivaciones de estos investigadores, resultaría interesante indagar porque hay grupos específicos que estarían más inclinados a aceptar medidas de ciencia abierta por razones extrínsecas.
5.3 Valoración crítica de la política de difusión de la ANID.
Tanto en el estudio cualitativo como en el cuantitativo se pudo apreciar una percepción crítica hacia las políticas de difusión y de acceso abierto de la ANID. Principalmente, se observa una tensión entre la necesidad de transparencia e impacto en la comunidad de investigaciones financiadas con recursos públicos, y el esquema de financiamiento de ANID que favorece la publicación en revistas que, por lo general, presentan barreras de pago.
Los investigadores asocian esto a dos problemas Por un lado, se percibe que limita la posibilidad real de impacto de las investigaciones, alejando sus resultados de las comunidades y de los tomadores de decisiones. Por otro lado, se pone en relieve que este esquema resulta en el uso de grandes cantidades recursos públicos para financiar el negocio de grandes compañías editoriales científicas del primer mundo.